La otra vez recordaba lo feo que se ve cuando un perro es atropellado, o un gato o hasta un pájaro… se preguntarán que porque hablo de esto.
Bueno, resulta que de niño hay muchas cosas que no entiendes como del porque la persona que está detrás del volante de un carro o vehículo no puede frenar o esquivar al pobre animal que está cruzando la avenida y de pronto . . . puh! golpe seco.
Ahora que ya me encuentro detrás del volante de un vehículo automotor sé que tengo en mis manos la decisión al encontrarme en una situación “el perro en la avenida”. Total, si lo atropellas nadie te detiene, nadie te culpa, no pasa nada. Pero chequen lo que me pasó:
1.Qué cosa, una noche iba de regreso de un antro a la casa, yo manejaba y de copiloto mi cuate Danlihú. Ya manejaba cansado, tenía unos alcoholes, tomé una calle que esta inclinada para abajo, quité la velocidad y me dispuse a descender en neutro. ¡Un gato se atraviesa!
2.Hace un par de semanas que estaba montado en la carretera para ir a México, iba como a 140 kilómetros por hora, saliendo de una curva, no manches, comienzo a tocar el claxon y a prender las luces altas. Delante de mi encuentro un perro que ¡corría en contra flujo de los carros!
3.Otra, también en la carretera, manejaba como a 130 km/h mientras me la pasaba prendiendo los limpiadores y aventando agua al parabrisas para evitar que los mosquitos que se embarran en el cristal impida la visibilidad. De pronto algo más grande que un insecto se atraviesa volando...
Hablando de la decisión, me encontraba detrás del volante.
1. El gato que cruzó en ese momento fue repentino y muy cerca al carro, con el cansancio y los alcoholes, en lo que quise frenar ya había sentido el golpe debajo de mis pies a través del los fierros del carro.
2. El perro que encontré sobre la carretera reaccionó al sonido del claxon y al cambio de las luces, pero no corrió a ninguna orilla, ni para terminar de cruzar, ni para regresar del extremo que venía. Por suerte no venían carros y me pude meter en al otro carril y esquivé al mentado perro.
3. Por último, cuando limpiaba los pobres insectos que sorpresivamente se convierten en una masa confusa de verde-blanco-rojo ante mis ojos con el poder del parabrisas, de pronto lo que se atraviesa provocó un fuerte sonido, yo creí que mi parabrisas se había roto. En lo que reaccioné y pensaba en lo que había sido, una piedra, la bruja del camino, o lo que sea, encontré plumas pegadas al cristal. Pajarillo no había volado lo suficiente.
Bueno, al parecer mi corazón es un poco frío pero no soy de los que matan animales sin remordimientos, pobre gato y pobre pájaro, espero que al perro no lo haya matado otro carro.
No entiendo como hay personas que matan a los animales sin remordimientos, o los que disfrutan viendo como entierran las famosas banderillas en el lomo de un toro, que si fuera al revés. Voten en esta encuesta.
Algo se tiene que hacer contra la crueldad animal, revisen este link http://www.petatv.com/tvpopup/video.asp?video=skins062&Player=qt
Imaginen que diría un niño o todos los que disfrutamos de Babe el puerquito valiente si lo viéramos salir de un horno, que shok!! jajaja. Que hirónica es la vida.